3 EN 1

CUENTO INFANTIL
Había una vez un hombre que cada vez que se aburría se sentaba en una piedra a observar a los insectos. Como cada vez se aburría más, pasaba mucho tiempo sentado en la piedra. Las hormigas ya se habían acostumbrado a su presencia. Las avispas le habían picado un par de veces, pero como el hombre no se inmutaba, desistieron. Pasaron unos días que el hombre estuvo entretenido en el pueblo y no visitó la piedra. Pero tardó poco en alcanzarle el aburrimiento, y volvió a sentarse a observar a los insectos. Las hormigas trazaron su recorrido unos metros más alejadas del hombre. Y las avispas volvieron a la carga doblando la ración de picotazos. El hombre despertó de su ensimismamiento a causa del dolor que le provocaron los aguijones. Pero pronto volvió a quedarse absorto al ver a dos mariquitas que trepaban por una rama. Al regresar al pueblo volvió a encontrar diversión durante unos días. Al volver a sentarse en la piedra las hormigas se habían alejado más y las avispas lanzaron un ataque más voraz. De repente de entre las hierbas apareció un escarabajo rinoceronte. Se dirigía directo hacia el hombre. Hola, le dijo. El hombre no podía creer lo que estaba viendo. ¿Qué pasa, no me escuchas? Sí , la verdad es que te escucho. El escarabajo rinoceronte le explico que era el único que sentaba en la piedra y no les hacía daño. ¿Y quien os hace daño?, preguntó el hombre. El pájaro y la serpiente, contestó el escarabajo. Entonces el hombre decidió no volver a levantarse de la piedra para proteger a los insectos y al cabo de unos años se convirtió en una estatua de piedra. Si se busca bien, en el parque, la podemos encontrar.

TEXTO FILOSÓFICO
El hombre encontró una piedra donde sentarse. Un escarabajo rinoceronte fue a su encuentro.
-Hombre, ¿por qué vienes a sentarte a esta piedra?
-Porque me siento cómodo.
-¿Y por qué nos observas con tanta vehemencia?
-Porque de la tierra de dónde vengo, nada es tan hermoso y práctico como vuestro mundo.
-Debes saber que cuando tú no ocupas la piedra lo hace la serpiente y el pájaro; sólo quieren alimentarse a costa de nosotros.
-Pues permaneceré sentado para que no se cometa tal injusticia. Aunque me lleve toda la eternidad.
-Gracias.-contestó el escarabajo rinoceronte.
La serpiente y el pájaro escucharon la conversación escondidos tras unas ramas. Al acabar ésta, se miraron fijamente. La serpiente enrolló con su cuerpo al pájaro hasta asfixiarlo y se lo comió. Dejando claro que: siempre el bienestar de unos perjudica a otros.

TEXTO LÍRICO
La luminosidad y la calidez de aquella primaveral jornada, incitaron a orearse al hombre. El itinerario le permitía aposentarse en una placentera roca. En ella reposaba su fatigada figura y se regocijaba con la animación que los insectos le procuraban. De repente, de entre unas plantas de romero, surgió un magnífico escarabajo rinoceronte. Su aspecto era majestuoso; un cuerno doblado hacia atrás e implantado en la cabeza; un escudo cervical presentando entalladuras profundas y también elevaciones. Pero lo más precioso residía en su gozosa sonrisa. El hombre, al prendarse de la armonía que estribaba en su semblante, se quedó de piedra. Además, de verdad.

No hay comentarios:

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX